domingo, 17 de febrero de 2013


FEBRERO DEL 2013

EDITORIAL
DR. ALBERTO AYALA MONTOYA

Antes que nada quiero desear a todos un año nuevo colmado éxitos y parabienes. Este es el primer boletín de este año. 
La Sociedad Médica sigue en "stand by"  no sabemos la verdad como va a continuar esta situación. no se ha convocado aún una asamblea este año. y no sabemos como se van a organizar las próximas jornadas médicas.
COMPAÑEROS:
YO LOS INVITO A ALGUNO DE USTEDES SOBRE TODO A LOS DE MAS RECIENTE INGRESO, QUE ESTEN INTERESADOS EN DIRIGIR NUESTRA SOCIEDAD QUE NOS LO HAGAN SABER, LOS EXPRESIDENTES ESTAMOS DISPUESTOS A BRINDARLES TODO NUESTRO APOYO.  PERO ESTO DEBE CONTINUAR. NO HAY QUE DARSE POR VENCIDOS
COMPAÑEROS DESPERTEMOS DEL LETARGO QUE VIVIMOS Y HAGAMOS RENACER A NUESTRA SOCIEDAD.      
ESPERAMOS DE VERDAD SUS PROPUESTAS.

A CONTINUACIÓN LES PUBLICO UNA CARTA DE LA DRA. CECILIA CAPISTRAN PSIQUIATRA DE NUESTRO HOSPITAL.


Estimado Dr. Ayala:
 
Escribo estas lineas al espacio destinado para la SOCMEDIS a fin de compartir  algunas reflexiones surgidas del hartazgo de experiencias indignantes y hasta ofensivas que día a día se viven en la Institución donde laboramos y dejamos una buena parte de nuestras vidas. Por ahora me referiré a la reciente separación del Dr. Jesus Alonso Leon Lopez compañero MEDICO ESPECIALISTA MAXILOFACIAL recientemente víctima de maltrato  administrativo que para mi sorpresa varios de los colegas desconocen. Hoy  jueves 14 de febrero al llegar a checar la entrada me encontre con el Dr. Leon Lopez quien en un estado de franca perplejidad me comento que en días pasados llego a su lugar de trabajo y al abrir la puerta del consultorio destinado a su especialidad se encontró con otro médico igualmente especialista maxilofacial ocupando su lugar, informándole en ese momento que ese será su consultorio en adelante y no del Dr. Leon. Consternado acudió a la Subdireccion medica en la que recibió un trato lamentablemente no menos indignante por la frialdad y falta de tacto de quien ostenta el cargo  y dirigiéndose entonces  al área de recursos humanos según sus palabras fue tratado ofensivamente por la displicencia conque se le informó sobre su situación laboral, aduciendo que no trabajará mas en en instituto y  que tiene hasta el 15 de febrero del año en curso para "hacer la entrega del instrumental a su cargo y retirarse a "descansar", porque en mas de once meses de trabajo ininterrumpido le caerá bien  tomar vacaciones" palabras mas  palabras menos, en un acto de  franca humillación como podrán imaginar.  Considero que Este evento  es  uno mas de los numerosos atropellos que hemos venido padeciendo de unos mases a  la fecha y que nos muestran reiteradamente la necesidad solidarizarnos con cada uno de los casos  en los que sin el mas  mínimo escrúpulo se pasa por encima de la integridad moral,  la dignidad y el respeto de una persona ya sea  medico, enfermera o trabajador administrativo, que por la abundancia de los casos solo quiero referirme a este último evento en particular.
Quien desconoce el quehacer medico y las inconveniencias que implica el desempeño de nuestras actividades asistenciales ya por falta de recursos, ya por desorganizacion, nunca podrá imaginar la constante vivencia de actos abusivos de que frecuentemente se es víctima, entre los que la explotación y la  vejación sobresalen en el listado de agravios. Difícilmente alguien ajeno al gremio imagina el sometimiento a ultranza que implica trabajar en una institución con la constante amenaza del despido o la incertidumbre de lograr escalar los niveles  escalafonarios que ofertan unos cuantos pesos mas para disminuir las ya raquíticas remuneraciones que recibimos por la atención a la salud de la población  Todos conocemos que el otorgamiento de las plazas muchas veces no se dirige a quien realmente las merece y que estatutariamente la calidad del trabajo realizado no merece reconocimiento. Varios ya entrados en años viven día a día este dolor de la indiferencia institucional y en cambio se cubre y protege a los menos comprometidos con su actividad asistencial y con la  institución misma. En esta ocasión  se trata del caso del Dr Leon y  todos los otros DOCTORES LEON que pasan por circunstancias semejantes, porque todos, TODOS SOMOS UN DR. LEON  porque el agravio de un medico debe ser ofensa de todos. Una injusticia es injusticia para todos, una falta de respeto es una falta a todos, no podemos seguir viendo pasar  uno a uno de los ofendidos sin inmutarnos porque no nos tocó a nosotros desensibilizados por la fuerza de la costumbre  del maltrato que  ahoga la dignidad y el autorespeto como individuos y como gremio.
Cuantos silencios, cuantas ofensas y cuantas humillaciones mas estamos dispuestos a tolerar  a lo largo de nuestras vidas profesionales, cuanto mas estaremos dispuestos a ver pasar entre los mas jóvenes solo mirándoles el dolor  de la humillación y la ofensa  sin  lograr conformar una franca solidaridad y cohesión de grupo, cuanto mas caminaremos sin  habilidad para el autocuidado como gremio.
Permitirse la victimización como parte del desarrollo profesional solo conlleva a un andar por la vida institucional como aquellas personas carentes de toda capacidad y habilidad afectiva y moral, destinados  a vivir como victimas o delincuentes de  la vida  y las circunstancias, incapaces de  caminar con orgullo y dignidad libres de conductas egoistas y psicopaticas, indiferentes a la  lealtad que todos nos debemos  al pertenecer a la misma comunidad.  
Sindrome de Estocolmo se denomina a una reacción psicológica en la que se desarrolla una relación de complicidad por un fuerte vinculo afectivo entre la víctima y su verdugo, derivado esto de un malentendido en la interpretación de la ausencia de violencia física o de intento de homicidio. El secuestrado deja de ver su condición de privación de la libertad involuntaria y solo puede percibir "el cuidado pseudohumanitario "  que se le provee. El sometimiento solo engendra frustración y enojo, ambos, ingredientes suficientes para sostener una vida depresiva carente de toda  iniciativa profesional y  gris. La deambulación por la vida a manera de caricatura del bienestar solo enmascara  personas de dos Rs, resentidas y resignadas con lo que ello implica social y laboralmente. Que elegimos?
Dra. Cecilia Capistran 
saludos 

CUALQUIER COMENTARIO QUE GUSTEN REALIZAR CON MUCHO GUSTO LO PUBLICAREMOS EN ESTE MEDIO


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